Cobija es la capital del departamento de Pando y
concentra aproximadamente erl 40% de la población. Tiene actualmente una
población de alrededor de 30.000 habitantes y es el centro urbano con
mayor crecimiento demográfico de Bolivia (más del 8% anual).
Fue fundada el 9 de febrero de 1906 con el nombre
de Puerto Bahía y se convierte en Capital del departamento por Decreto
Supremo del 15 de mayo de 1939.
La ciudad tiene un paisaje singular por su
topografía ondulada acompañada de sus majestuosas palmeras. Es una
ciudad pujante, en proceso de ampliar sus horizontes y que vive una
clara expansión cultural y económica.
El intercambio cultural con las vecinas ciudades
de Epitaciolandia y Brasilea se expresa en la mezcla de idiomas (el
portuñol), la música, los alimentos; el intercambio social se expresa en
matrimonios mixtos, y amistades; el económico tiene que ver con compras
en la frontera: los brasileños llegan a Cobija para comprar
especialmente electrodomésticos, perfume y ropa y los bolivianos van a
Epitaciolandia y Brasilea para hacer sus compras diarias en
supermercados, muebles y ropa.
Fuente
Herencia
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Vista aérea de Cobija
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Las principales actividades económicas son el
comercio y la industria de la castaña. Cobija es también Zona Franca
Comercial e Industrial, lo que le permite tener una serie de ventajas
comparativas para el desarrollo y asentamiento de la industria en la
región.
Cobija cuenta con un moderno aeropuerto al que
arriban 3 veces por semana los Boing de AEROSUR y también otras naves de
Transportes Aéreos Militares. El transporte terrestre es el más usado
por turistas provenientes del Brasil y Perú, que arriban en grandes y
cómodos omnibuses. El transporte urbano más común es el moto-taxi.
Los hoteles presentan características adecuadas
para acoger a los visitantes. Existen hoteles, residenciales y
alojamientos cómodos y de precios módicos, pudiendo oscilar sus costos
entre los 5 y 35 dólares por noche.
Hay una propuesta variada en lo que se refiere a
la comida, pudiéndose encontrar restaurantes que ofrecen menús de platos
variados entre típicos, adoptados del Brasil y o del interior de
Bolivia. El turista puede optar por un buen churrasco con una tierna y
jugosa carne pandina. Se pueden encontrar también pescaderías,
pizzerías, juguerías, heladerías.
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